El tratamiento de la humedad por capilaridad es esencial para frenar uno de los problemas más persistentes en viviendas y edificios. El agua asciende desde el terreno a través de los poros de los materiales, generando manchas, salitre, desconchados e incluso pérdida de capacidad mecánica en muros y revestimientos.
Este artículo compara inyecciones y barreras físicas contra la capilaridad, explicando problemas, riesgos y costes reales antes de decidir la obra.
A lo largo de las últimas décadas se han empleado sobre todo dos sistemas: las barreras físicas y las barreras químicas por inyección. Ambos están técnicamente fundamentados y, en condiciones muy concretas, pueden ofrecer buenos resultados. Sin embargo, en la práctica presentan importantes inconvenientes que deben analizarse antes de optar por estas soluciones.

Tratamientos de la humedad por capilaridad:
🛠️ Barreras físicas contra la capilaridad: riesgos, cortes y puentes de humedad
Las barreras físicas de capilaridad exigen cortes horizontales; una ejecución imperfecta genera puentes de humedad y puede comprometer la estabilidad.
Este tratamiento consiste en interrumpir el ascenso del agua insertando una lámina impermeable en la base del muro. Para ello se realizan cortes horizontales en las paredes de ladrillo, bloque o piedra y se coloca un material estanco, como plomo, acero inoxidable o polietileno. El Código Técnico de la Edificación establece que en obra nueva debe incorporarse una capa impermeable a unos 15 cm del suelo (CTE DB-HS), pero su ejecución en rehabilitación resulta mucho más compleja.
En teoría, esta solución es definitiva: al crear una discontinuidad impermeable en la base del muro, el agua no puede seguir ascendiendo. Sin embargo, en la práctica el proceso exige maquinaria específica, mano de obra altamente cualificada y un control exhaustivo de la seguridad estructural. Un error en el corte o en el relleno de juntas puede provocar fisuras o asientos diferenciales.
Inconvenientes principales:
- 💰 Coste elevado: según el Generador de Precios oficial, la partida de corte e inserción de una lámina impermeable supera los 85 €/m lineal, sin contar los acabados posteriores.
- ⚠️ Riesgo estructural: cortar muros portantes implica apeos y medidas preventivas complejas. En muros tradicionales o de patrimonio, la inserción puede debilitar la estructura y generar fisuras o pérdidas de estabilidad
- 🔨 Alta invasividad: genera ruido, vibraciones y un gran volumen de escombros, con molestias evidentes para los usuarios.
- 🧱 Limitada aplicabilidad: no es viable en suelos ni en determinados muros heterogéneos o con núcleo de escombros.
- 🏛️ Incompatibilidad con patrimonio: en edificios históricos no se permite alterar muros originales, ya que se perdería valor material y autenticidad.

Otras limitaciones: Puentes de humedad: si no se ejecutan de forma perfecta, pueden crearse zonas por donde la humedad ascendente sigua su curso incluso con mayor intensidad. Riesgo de condensaciones internas: una impermeabilización excesiva impide la evaporación natural de la humedad residual o de las sales, lo que provoca acumulación interna y deterioro adicional. Problemas estéticos: el acabado puede verse dañado si la lámina sobresale o altera la textura del paramento. Compatibilidad: los materiales impermeables modernos suelen ser rígidos y poco compatibles con muros tradicionales, lo que favorece tensiones y desprendimientos. Durabilidad limitada: con el tiempo, las láminas pueden degradarse o perder eficacia, lo que obliga a nuevas intervenciones costosas. |
🚫 En conjunto, estos inconvenientes hacen que la inserción de barreras físicas sea un procedimiento poco recomendable, especialmente en edificios habitados o con valor histórico.
Tratamientos de la humedad por capilaridad:
💉 Inyecciones contra la capilaridad: problemas, fallos y costes reales
Las inyecciones de capilaridad dependen de la porosidad, las sales y el espesor del muro; en soportes heterogéneos los resultados son parciales.
Las inyecciones hidrófugas buscan el mismo resultado sin cortar el muro. Consisten en perforar la base del paramento a intervalos de 10–15 cm e introducir emulsiones de silanos o siloxanos. Estos compuestos impregnan el material y crean un cinturón repelente al agua.
Su mayor atractivo es que, aparentemente, generan menos obra y son aplicables en interiores habitados. Sin embargo, la experiencia demuestra que su eficacia depende en gran medida de la homogeneidad del soporte y de la precisión de la aplicación contra la humedad capilar en muros. En suelos resulta impracticable.
Inconvenientes principales:
- º💰 Coste elevado e incierto: la inyección de resinas o siliconas requiere maquinaria especializada y mano de obra cualificada. Según el Generador de Precios oficial, el presupuesto varía según el espesor y la porosidad del muro, sin garantía de éxito uniforme.
- ⚠️ Eficacia limitada: su efectividad depende de la correcta penetración del producto en toda la sección del muro. En paredes gruesas, con morteros heterogéneos o con altos niveles de sales, los resultados suelen ser parciales o fallidos.
- 🧪 Compatibilidad dudosa: algunos compuestos químicos pueden alterar la microestructura del material, reduciendo su transpirabilidad y favoreciendo condensaciones internas.
- ⏳ Retrasos en la habitabilidad: incluso cuando funcionan, los muros necesitan largos periodos de secado, lo que retrasa la recuperación de espacios habitables.
- 🏛️ No apto para patrimonio: en edificios históricos, la introducción de productos químicos no reversibles está desaconsejada, ya que puede comprometer la conservación futura de los materiales originales.

Otras limitaciones: En muchos casos, las inyecciones de capilaridad dejan zonas sin tratar y alargan los tiempos de secado. Persistencia de sales: las inyecciones no eliminan las sales cristalizadas existentes, que continúan dañando revestimientos y acabados. Necesidad de reintervención: la durabilidad de los productos no es permanente; con el tiempo pueden degradarse y requerir nuevas aplicaciones. Problemas estéticos: los taladros para la inyección dejan marcas visibles que afectan a la apariencia del muro. Dependencia del diagnóstico: si el origen de la humedad no se identifica correctamente (nivel freático, ventilación, drenaje), el tratamiento resulta ineficaz. |
⚠️En resumen, las barreras químicas presentan alto coste, efectividad incierta y riesgos de incompatibilidad con los materiales. Por ello, cada vez más organismos de conservación y patrimonio recomiendan evitar su uso en favor de soluciones menos invasivas y más compatibles.
⚖️ Costes ocultos y limitaciones prácticas en el tratamiento de la humedad por capilaridad.
Más allá del presupuesto inicial, ambos métodos implican una serie de costes indirectos y dificultades que suelen pasar desapercibidos:
- Gestión de residuos: retirada de escombros y transporte a vertedero.
- Revestimientos: reposición con morteros transpirables tras la intervención.
- Plazos prolongados: tiempos de secado que retrasan la plena habitabilidad de los espacios.
- Molestias: ruidos, polvo y restricciones de uso que afectan directamente a los ocupantes.
A ello se suma que las barreras únicamente interrumpen el aporte de agua, pero no eliminan las sales cristalizadas ni reparan los daños ya presentes en los muros. En ocasiones, una impermeabilización excesiva puede impedir la transpiración natural y provocar acumulación de presión de humedad ascendente en otras zonas del edificio.
En construcciones históricas o de valor patrimonial, la situación es aún más restrictiva, ya que la incompatibilidad de estos tratamientos con la conservación de los materiales originales limita drásticamente su aplicación.
⚡ Alternativa electrofísica: el sistema HS-221 de Humix
Frente a estos inconvenientes, en Humix apostamos por la tecnología electrofísica. El sistema HS-221 actúa emitiendo campos electromagnéticos de baja frecuencia que invierten el flujo del agua en los capilares, haciendo que descienda hacia el terreno.
Ventajas clave:
- 🚫 No requiere cortes ni perforaciones: instalación rápida y limpia.
- ♻️ Sin productos químicos ni residuos una alternativa saludable.
- 💡 Coste estable, independiente de la longitud de muro.
- 🧱 Un solo equipo es suficiente para proteger todo el edificio incluyendo suelos. La cobertura es desde 100m2 hasta 2500m2 según el modelo de HS-221 seleccionado.
- 🏛️ Compatible con patrimonio histórico.
- 🔋 Consumo eléctrico mínimo y sin mantenimiento.
El HS-221 evita las limitaciones de las barreras tradicionales y ofrece una solución duradera y sostenible. Eso sí, como en cualquier tratamiento, una vez detenida la humedad ascendente es necesario sanear los paramentos afectados con morteros transpirables y pinturas minerales al silicato, garantizando así que la pared recupere su acabado y transpirabilidad.
El sistema HS-221 es, en definitiva, el tratamiento de la humedad por capilaridad más indicado cuando se valoran todos los factores: precio, efectividad, comodidad y durabilidad.

✅ Conclusión
Las barreras físicas y químicas fueron durante años el tratamiento de la humedad por capilaridad más utilizado. Sin embargo, sus limitaciones han demostrado que no son la solución más adecuada frente a la humedad ascendente.
Las inyecciones de capilaridad y las barreras físicas presentan fallos frecuentes por porosidad y sales, obras invasivas y costes ocultos. No eliminan sales ni reparan daños y, mal ejecutadas, pueden crear puentes de humedad o fisuras. Valora alternativas electrofísicas menos invasivas.
En Humix no aplicamos estas técnicas por las carencias señaladas. Nuestra apuesta es el HS-221, un sistema electrofísico que permite eliminar la humedad de forma eficaz, sostenible y sin obras destructivas.
📞 Si detectas humedad ascendente en tu vivienda, solicita ya un diagnóstico gratuito y personalizado. Nuestro equipo técnico te asesorará con rigor y experiencia para recomendarte el mejor tratamiento de la humedad por capilaridad y así resolver el problema de forma definitiva.
Preguntas frecuentes: inyecciones y barreras físicas contra la humedad por capilaridad
¿Qué problemas tienen las inyecciones contra la humedad por capilaridad?
Su eficacia depende de la porosidad, las sales y el espesor del muro. En soportes heterogéneos la penetración es irregular, quedan zonas sin tratar, aparecen marcas de taladros y los secados se prolongan. Además, no actúan en suelos.
¿Qué riesgos presentan las barreras físicas contra la humedad por capilaridad?
Requieren cortes en muros (apeos, vibraciones y escombros). Una ejecución imperfecta puede crear puentes de humedad y provocar fisuras o pérdidas de estabilidad. No son recomendables en patrimonio ni en muros con núcleo de escombros.
¿Cuánto cuestan realmente estos sistemas?
Al coste directo (inyección o corte e inserción de lámina) se suman escombros, reposición de revestimientos transpirables y periodos de secado. Si la eficacia decae con el tiempo, pueden requerir reintervenciones.
¿Cuál es la alternativa a inyecciones y barreras físicas?
La tecnología electrofísica HS-221 invierte el flujo capilar sin cortes ni químicos, válida para muros y suelos. Tras frenar la ascensión, el secado suele completarse en torno a 3 meses (según espesor, material y sales), y se recomienda saneo con morteros y pinturas transpirables.
¿Merecen la pena las inyecciones o las barreras físicas?
Depende del muro. En fábricas heterogéneas o con sales elevadas, las inyecciones suelen fallar; las barreras físicas implican cortes, escombros y riesgo de puentes de humedad. Valora alternativas menos invasivas como la electrofísica HS-221.
¿El HS-221 elimina sales o repara daños existentes?
No. El HS-221 detiene el aporte de agua por capilaridad e induce el secado progresivo del muro. Las sales cristalizadas y los daños previos requieren saneado posterior con morteros transpirables y pinturas minerales. Si necesitas asesoría, contacta con Humix.
¿Cuánto tarda en verse el secado con HS-221?
En condiciones estándar, el plazo de secado habitual es de aproximadamente 3 meses. Desde las primeras semanas suele percibirse una reducción clara de la humedad; el ritmo final depende de espesor, material, nivel de sales y ventilación. HUMIX ofrece una garantía de satisfacción durante ese periodo de 3 meses: si no se observa la mejora esperada, revisamos y ajustamos sin coste.
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